martes, 4 de febrero de 2014


¿Quieres ser un buen político? Te enseñamos cómo conseguirlo

Honrado, competente y, sobre todo, buen comunicador. Éstas son tres de las claves para llegar a ser un buen político, aunque en España, hoy en día, si quieres empezar en política primero tienes que hacer buenas migas con la persona que elabora las listas de tu partido. Es el hándicap de las listas cerradas.
“En España si quieres ser representante político no cuenta lo honrado que seas, ni tu competencia, ni tus capacidades comunicativas, sino que, ante todo, tienes que llevarte bien con la persona que elabora las listas” en tu partido. Éste es uno de los principales problemas con lo que se encuentra un aspirante a político.
Jordi Rodríguez Virgili, profesor de Instituciones Jurídico-Políticas Contemporáneas del departamento de Comunicación Pública en la Universidad de Navarra, lamenta que con el sistema político actual en España, basado en las listas “cerradas y bloqueadas”, “no se valora la experiencia profesional que hayas tenido ni la formación académica”.
En su opinión, “influye más saber ganarte a quién elabora las listas”, mientras que “tu formación pasa a ser una cuestión secundaria, no se valora la competencia ni la preparación continua”.
Pese a ello, vamos a darte algunas pistas sobre las condiciones que tienes que cumplir si quieres aspirar a ser un buen político:
Honrado. Los ciudadanos buscan en un político que sea una persona honrada, que no les vaya a engañar. El profesor Rodríguez señala que los ciudadanos esperan que un político al que votan actúe en su beneficio y defienda sus intereses. Es complicado encontrar una formación en este aspecto, ya que lo esencial es tener una educación en valores compartidos que tienen que respetarse.
Competente. Un político debe ser competente en las funciones para las que ha sido elegido. Para ello, hoy en día, es fundamental, según el profesor Rodríguez, tener una educación universitaria. “Cuanta más formación adquiera mejor”. En este punto, la formación de un político competente depende de los puestos en los que ejerza. Por ejemplo, la formación jurista en los miembros del Congreso es adecuada porque se dedican a elaborar leyes, explica Rodríguez. “Si eres ministro de Economía, por ejemplo, si que te conviene tener formación y si eres como Rodrigo Rato doctor en Económicas y con un MBA, ya es fantástico”. El profesor de la Universidad de Navarra también destaca, entre otros, el espectacular curriculum de los ministros Cristina Garmendia y de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Formación específica sobre la gestión política: Hoy en día ya empiezan a haber formaciones específicas de gestión pública en escuelas de negocio, sobre todo en EEUU. “Cada vez hay más cursos sobre cómo gestionar la política. Unos cursos que también se imparten en las fundaciones políticas, como FAES o la Fundación Jaime Vera”.
Comunicativo. Un político no sólo tiene que ser una persona honrada y un gestor competente, sino que “inexcusablemente hoy en día tiene que saber comunicar, saber transmitir y saber escuchar y relacionarse con sus representados”, explica Rodríguez. Éste, por ejemplo, ha sido uno de los valores que ha premiado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su remodelación del Gobierno. “Un buen gobierno no sólo tiene que gobernar, sino que también debe saber comunicar”, asegura Daniel Ureña begin_of_the_skype_highlighting     end_of_the_skype_highlighting, socio-director de Mas Consulting, una de las principales consultoras españolas especializadas en formar portavoces políticos.
Esta necesidad de formación en comunicación a veces no se valora lo suficiente. Existe una paradoja entre los políticos: muchos son conscientes de que la comunicación es muy importante, pero no le dan la importancia que se merece. “Si te crees este discurso obra en consecuencia: atiende a los medios de comunicación y estate muy en contacto con tus electores y con todos los ciudadanos”, señala el profesor Rodríguez Virgili.
Sin embargo, Daniel Ureña, socio-director de MAS Consulting, afirma que desde el fenómeno Barack Obama “todos los políticos españoles quieres hablar como él”. Esto demuestra “la necesidad y la carencia” que existe en España en cuanto a nivel de oratoria. Esta carencia se explica, en opinión de Ureña, porque “en España a diferencia de otros países, como por ejemplo EEUU, no se fomenta en la enseñanza la formación en oratoria”.
Telegenia. Es una rama de la comunicación que ya cuenta con formación específica. Como político tienes que dedicarle un esfuerzo y un porcentaje de tu tiempo a aprender a hablar ante una cámara de televisión y en una radio, así como a enfrentarte a un grupo de periodistas en una rueda de prensa y a un público en un acto multitudinario.
“Esto es importante, pero a veces los políticos no se forman ni tienen interés en mejorar esta parte. Hay gente que tiene cualidades innata para la comunicación, pero los que hacen lo bien siempre pueden mejorar, pulir esa joya, y otros, precisamente por ser gente más tímida o retraída y por no creer en la comunicación, necesitan esta formación para transmitir a los electores y rendir cuentas con ellos”, explica el profesor Rodríguez.
Según Daniel Ureña, de Mas Consulting, “los políticos tienen que saber entenderse con los medios de comunicación y saber cuáles son los criterios y lenguajes periodísticos, porque un político está expuesto a los medios”.
Historia. Para el socio-director de Mas Consulting, un buen político debe saber “de dónde venimos y nuestros orígenes”. Es fundamental tener una buena base en historia.
Economía- Relaciones Internacionales y Derecho. Estas tres ramas son esenciales para llegar a ser un buen político. Según Daniel Ureña, en la formación de un líder político no deben faltar estas tres áreas, porque en su carrera política precisará sus conocimientos para poder ejercer cualquier cargo público de responsabilidad.
 No quieres terminar asi verdad?

http://www.masconsulting.es/blog/2010/10/25/%C2%BFquieres-ser-un-buen-politico-te-ensenamos-como-conseguirlo/

Tres puntos malos.

Hoy la política es lo más parecido a un rodeo.

Ante los últimos acontecimientos de corrupción que siguen ocupando, por cinco semanas, los principales titulares de la prensa, radio y televisión, hemos apreciado con sorpresa como ha aparecido, en la medialuna del parlamento, toda suerte de colleras, cada una correteando alguna iniciativa que despiertan gritos de aprobación o silbidos de rechazo del respetable.

Muchas colleras han visto que la “atajá” no la hacen ellos sino que gente que no está metida en el rodeo, pero que tiene el poder suficiente para inmiscuirse y sacar a los jinetes fuera de la pista.

Se quiere constituir una comisión investigadora por el caso Chile deportes y una collera afuerina, recomienda postergar la corrida, ya que para eso se está corriendo en otro lado el gran premio “justicia chilena”, así, no pueden existir dos eventos paralelos.

Pese a todos hay carrera corrida. Con gran sorpresa de los participantes, el capataz no es del mismo equipo. Las recriminaciones no faltan, traición, falta a la unidad, gritan desde galerías y tribuna. Los que no querían que la carrera se corriera ahora dicen que no ha sido esa su intención.

En medio de todo sale una collera inesperada, Henríquez Ominami y Alinco, montados en “rebelde” y “taimado” arrean a “despenalización del aborto”.

A varios no les gusta el animal, ni siquiera para verlo corriendo. A la salida de la puerta, desde el palco, el jurado dice que no puede salir de los corrales y lo empujan dentro.

Piden quedar “al aguaite”, pero no los dejan

Se corre, ahora, el gran champion PGE, (Programa de generación de empleo) muy disputado, donde se sabe que es carrera corrida para algunos conspicuos personajes, pero, entre guitarreo parlamentario y huifas de sus operadores, se impide que el anuncio sea completo. Solo se puede hablar de la carrera pero no de los participantes. La collera Fuentealba – Vallespin, que tenían todas las ganas que se anunciara a los jinetes, son repentinamente acallados desde el fundo de La Moneda. Un llamado telefónico, con argumentos para reflexionar sobre lo malo que sería anticiparse a nombrar a los participantes, los lleva, entre rezongos y relinchos de sus cabalgaduras, fuera del ruedo, pese a sus protestas.

Parece bueno que la carrera se corra, pero sin que el respetable público se enteré de quienes montan los caballos “estafa” y “corrupción”.

Así la fiesta del campo chileno se desluce entre empujones y “atajás” que sacan a los animales de la cancha y las colleras, tan ganosas al principio, en aras de la unidad, van quedando con las ganas de encerrar a las bestias de este rodeo que ya parece un chiste.

La política, una vez más, muestra que a vista y paciencia del público se hacen toda clase de maromas y martingalas, chanchullos y movidas, para que nunca lleguemos al fondo de la corrida.

La Cámara de Diputados tiene como una de sus tareas fiscalizar, pero cuando quiere hacerlo en serio, el Ministro del Interior dice que no es bueno, para la convivencia, dar nombres de los presuntos responsables, cuyos equipos de campaña le han sacado el pan de la boca a gente pobre y sin trabajo.

Así los parlamentarios honestos, que prestigian la política, deben aceptar, en aras de la convivencia y de la unidad, que no les habran la puerta de esta singular medialuna. Seguramente son buenos jinetes pero sin cancha para correr.

Ojalá que las medidas anunciadas por la Presidenta Bachelet se apliquen y resulten efectivas, pero la primera señal dada desde el palacio de Gobierno, por la segunda autoridad política del país, no es buena.

Queda la impresión que a los políticos, con honrosas excepciones, les gusta enterrar sus escándalos en tumbas sin nombre.
 
http://panoramapolitico.blogspot.com/2006/11/tres-puntos-malos.html